(Entrevista) ¿Qué debe contener un plan para que más beneficiarios del PAN en Puerto Rico trabajen?

Balance en la transición del PAN a SNAP en Puerto Rico: desafíos y pasos a seguir

NUEVA YORK — Cualquier iniciativa que se quiera implementar en Puerto Rico para ingresar a más beneficiarios del PAN (Programa de Asistencia Nutricional) a la fuerza laboral, en línea con los esfuerzos locales para una potencial transición al SNAP (Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria), debe atender asuntos como la falta de cuido para niños, capacitación y la preocupación por una caída abrupta de beneficios.

Así lo planteó Sarah Vázquez Pérez, directora ejecutiva del Instituto de Desarrollo de la Juventud (IDJ), entidad sin fines de lucro especializada en el estudio y abordaje de la pobreza y la inseguridad alimentaria en la isla.

Retos en el acceso al empleo de beneficiarios del PAN

Vázquez Pérez explicó en entrevista con El Diario que, aunque los boricuas que trabajan a tiempo parcial quisieran aumentar sus horas, se ven impedidos debido a que tienen menores bajo su cuidado. “En Puerto Rico tenemos una situación de horarios variables. Si trabajo de 8 a. m. a 5 p. m., ¿cómo garantizo que voy a buscar a mi menor a las 3 de la tarde? El sistema que tenían las familias antes, como en mi caso —donde mis abuelos me cuidaban mientras mi madre trabajaba— ahora no es la realidad. Muchos abuelos trabajan o no están presentes en Puerto Rico porque han tenido que buscar mejores oportunidades fuera, y eso no permite a la familia contar con una red de apoyo que les dé la tranquilidad para ir a trabajar y cumplir con sus turnos”, expuso.

La portavoz destacó la importancia de atender las barreras de cuido y de horario extendido.

Capacitación laboral como clave para la inserción

“No todos los beneficiarios están capacitados para las demandas actuales del mercado laboral, así que es importante ofrecer capacitación que los prepare para conectar con un empleo”, recomendó la directora ejecutiva del IDJ.

Temor a la caída abrupta de beneficios

Un tema particularmente importante para el Instituto es el posible impacto que tendría en las familias una caída abrupta de beneficios si deciden buscar empleo. La disminución no afectaría solo al PAN, sino también otros programas financiados con fondos federales como Medicaid y la Sección 9 para vivienda pública.

“Algunos temen perder beneficios de forma repentina. Desde el Instituto analizamos de manera amplia los beneficios clave para entender dónde ocurriría esta caída abrupta, buscando que el sistema apoye la movilidad económica sin afectar o castigar a las personas durante la transición”, alertó Vázquez Pérez.

Consultada sobre cómo balancear la recepción de beneficios con el empleo, comentó que trabajan en un informe con recomendaciones para que la reducción sea gradual y permita la preparación de las familias. “Este análisis, que publicaremos a principios del próximo año, aborda lo que a nivel federal se denomina ‘benefit cliff’ (abismo de beneficios). Queremos evitar una caída abrupta para que las familias puedan planificar y transitar hacia la movilidad económica de forma progresiva”, adelantó.

Desconocimiento sobre el funcionamiento de programas

La experta recordó que cada programa con fondos federales funciona de manera distinta, y muchas familias no entienden estas diferencias. “Existe la percepción de que al empezar a trabajar se pierde cualquier apoyo, ya sea el subsidio de vivienda, el PAN o el plan médico. Este temor a perder beneficios de golpe detiene la intención de buscar empleo”, subrayó.

Para contrarrestar esta situación, el equipo de IDJ desarrollará una calculadora de beneficios que permitirá a las familias conocer el impacto gradual en sus beneficios al ingresar a la fuerza laboral. “La herramienta permitirá ingresar el ingreso anual y conocer qué beneficios empezarían a reducirse gradualmente”, explicó.

Respuesta del IDJ sobre el programa “Cuna de Talentos”

En relación a los esfuerzos del gobierno de Puerto Rico para insertar más puertorriqueños al mercado laboral a través del programa “Cuna de Talentos”, Vázquez afirmó que, aunque el PAN no establece requisitos laborales generales, muchos recipientes solicitan ayuda porque sus ingresos laborales no alcanzan para cubrir necesidades básicas y viven bajo el umbral de pobreza.

“Son personas que trabajan y para quienes el PAN es un complemento vital para garantizar la seguridad alimentaria. En Puerto Rico hay cerca de 72,000 familias trabajadoras con menores a cargo que, a pesar de laborar diariamente, viven bajo el umbral de pobreza y por eso acceden a estos beneficios”, detalló.

Alcance y funcionamiento de “Cuna de Talentos”

Actualmente, cerca del 20% de los beneficiarios del PAN están empleados. Más de un millón de puertorriqueños reciben el programa, que se financia mediante una subvención en bloque.

De acuerdo con datos de la Administración de Desarrollo Socioeconómico de la Familia (ADSEF), hasta septiembre pasado 249,692 beneficiarios del PAN estaban en la fuerza laboral. Entre ellos, un 5% a 7% había buscado empleo voluntariamente.

Para finales de septiembre, ADSEF había referido al Departamento de Desarrollo Económico y Comercio (DDEC) a 180,622 beneficiarios del PAN, entre 18 y 54 años, para el programa “Cuna de Talentos”.

Este programa requiere que beneficiarios entre 18 y 54 años, sin dependientes y sin impedimentos físicos o mentales, trabajen o estudien al menos 20 horas semanales o realicen trabajo voluntario.

La administración de la gobernadora Jenniffer González busca ampliar la edad máxima para incluir individuos hábiles sin dependientes hasta los 64 años, acorde con disposiciones de la ley de impuestos aprobada en julio en el Congreso y promulgada por el expresidente Donald Trump.

Cuna de Talentos prevé una transición hacia el empleo en dos años: durante el primer año el participante recibe el 100% del beneficio, y luego los fondos se reducen gradualmente a partir de los 12 meses.

Complementariedad con otros programas

Para IDJ, “Cuna de Talentos” es un primer paso, pero debe complementarse con otras iniciativas que apoyen la transición de las familias al empleo. “Este proyecto permite que las familias tengan ingresos laborales sin perder completamente sus beneficios para garantizar la seguridad alimentaria”, opinó Vázquez Pérez.

Además, resaltó que debe integrarse con programas efectivos como los modelos bigeneracionales (2GEN), que atienden simultáneamente el bienestar de niños, jóvenes y sus cuidadores, considerando a la familia en su totalidad.

Estos modelos buscan impactar no solo a los jóvenes, sino también a padres y otros adultos del entorno familiar.

El reto del acceso a servicios de cuido

La directora ejecutiva insistió en que si se amplía “Cuna de Talentos” para incluir personas con dependientes, es imprescindible mejorar el acceso a servicios de cuido infantil. “Los patronos deben considerar opciones creativas para resolver este tema, especialmente para empleados con hijos a cargo”, recomendó.

Mencionó el caso de una cadena de supermercados que creó una aplicación digital que permite a los trabajadores elegir horarios laborales acordes con sus responsabilidades familiares.

Además, el IDJ mantiene comunicación cercana con el Departamento de la Familia, a través de ADSEF y ACUDEN (Administración para el Cuidado y Desarrollo Integral de la Niñez), para abordar barreras relacionadas con el acceso a cuido y la caída de beneficios.

La transición a SNAP y la discusión en el Congreso

Sobre la paralización en el Congreso para incluir la transición a SNAP en el “Farm Bill” o Ley de Agricultura, Vázquez Pérez señaló que “Cuna de Talentos” demuestra que Puerto Rico ya está en la dirección correcta. La isla cuenta con un plan ordenado con recomendaciones que sugieren periodos entre 7 y 15 años para completar la transición.

“Hay resistencia por parte de algunos líderes, principalmente republicanos, que argumentan que Puerto Rico no estaría preparado para cumplir con los requisitos laborales de SNAP”, explicó.

Sin embargo, subrayó que se han presentado propuestas de múltiples sectores para una transición exitosa y que “Cuna de Talentos” es una demostración práctica de preparación.

A pesar del cierre federal y las posturas encontradas, considera que la educación y la defensa de la causa deben continuar. “Esta conversación debe mantenerse como prioridad urgente porque es momento de avanzar, y es alentador ver tanto apoyo multisectorial. Aunque hay temas que nos dividen, este une a muchos en la mesa de diálogo”, afirmó.

Consultada sobre por qué persiste la resistencia a pesar de que mantener la pobreza y la inseguridad alimentaria resulta más costoso que invertir en soluciones, respondió:

“El trabajo del Instituto es educar precisamente en ese aspecto. Sabemos cuánto nos cuesta no atender la pobreza. Si bien hay que hacer inversiones para combatirla, más nos cuesta no hacer nada. Nuestro reclamo siempre se basa en proveer la mejor información para quienes toman decisiones, con el fin de impulsar esta iniciativa”.

Vázquez Pérez adelantó que antes de fin de año tienen planeada una visita congresional con aliados para mantener viva la conversación.

Datos sobre pobreza, inseguridad alimentaria y movilidad laboral en Puerto Rico

Datos divulgados por IDJ en junio pasado indican que más de 72,000 hogares con padres que trabajan continúan viviendo en pobreza en Puerto Rico.

El ingreso medio para familias con hijos es de $26,360, casi $40,000 menos que en Nuevo México, la segunda jurisdicción con peor calificación en Estados Unidos. “Como resultado, 36% de estas familias enfrentan barreras a la movilidad económica, lo que subraya la necesidad urgente de invertir en ampliar oportunidades de empleo de calidad”.

La Encuesta Socioeconómica de las Familias con Menores de mayo pasado reveló que 56% de los jefes y jefas de familia están empleados; de estos, 59% a tiempo completo y 41% a tiempo parcial.

Entre los que trabajan a tiempo parcial, 81% manifestó que aceptaría trabajar más horas si se las ofrecieran. Entre quienes no trabajan, 88% desean hacerlo, y 60% de aquellos sin empleo han buscado ocupación en las últimas cuatro semanas.

El 41% de los hogares está compuesto por parejas o matrimonios con al menos un menor, mientras que 56% tiene entre dos y tres personas.

Más del 80% de las familias participan en el Plan de Salud Vital y/o el Programa de Asistencia Nutricional (PAN). Sin embargo, 44% manifiestan que sus ingresos son muy insuficientes para cubrir las necesidades básicas.

En cuanto a la frecuencia con que los alimentos no alcanzaron para un mes y no tuvieron dinero para comprar más en los últimos 12 meses, el 11% dijo “muchas veces”, 47% “varias ocasiones” y 34% “nunca”.

La pobreza infantil en Puerto Rico ha sido un problema persistente durante tres décadas, afectando a cerca de 5 de cada 10 menores.

Respuesta del Departamento de la Familia

El Diario contactó al Departamento de la Familia el lunes para este reportaje, pero no recibió respuesta final a la solicitud de entrevista con la secretaria.

Para saber más

https://eldiariony.com/2025/10/25/entrevista-que-debe-contener-el-plan-para-que-mas-beneficiarios-del-pan-en-puerto-rico-trabajen/

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